Creado el Más sobre Erec y Enide: |
Las relaciones de pareja en clave de leyenda artúricaTito RosEl Mundo, 19 / 3 / 2002Manuel Vázquez Montalbán recuerda que hace 40 años escuchó la historia de Erec y Enide en boca del profesor Martín de Riquer y que le impresionó mucho: «Eramos jóvenes, estábamos influenciados por las películas de Antonioni y nos interesaba mucho las relaciones de pareja, las del día a día». El efecto que le causó a Vázquez Montalbán aquella leyenda artúrica quedó reflejado en un poema que escribió en 1963, que tituló precisamente Erec y Enide y que está incluido en la recopilación poética Una educación sentimental (Mondadori). Han pasado 40 años y Vázquez Montalbán ha reescrito Erec y Enide (editada por Areté) dándole forma de novela y actualizando las relaciones de pareja a los tiempos que corren hoy. «Desde que acabé la carrera universitaria no me había dedicado a la materia de Bretaña (las leyendas artúricas) y me he tenido que poner al día», explica Vázquez Montalbán, «ya que tenía que poner en boca del personaje principal las nuevas teorías que hay sobre literatura artúrica». La propia hija de Martín de Riquer le indicó al autor barcelonés qué libros tenía que consultar y la novela también ha sido revisada por expertos medievalistas antes de ser publicada. El personaje principal de esta Erec y Enide es Julio Matasanz, un catedrático que está a punto de cumplir 71 años y que, pocos días antes de Navidad, va a recibir el premio Carlomagno. Se da la circunstancia de que la última lección del profesor trata sobre Erec y Enide, el primer romance que escribiera Chrétien de Troyes en 1170. Paparrucha primitiva En 1972, Manuel Vázquez Montalbán en su Introducción al Cancionero general escribió sobre Erec y Enide de Troyes que era una «paparrucha primitiva y tosca». «¿Eso puse? Bueno, seguramente me refería a la historia en sí, porque no es transcendental, porque los personajes no van en busca del Santo Grial. Sin embargo, en su forma narrativa es la más abierta de entre las que escribió Chrétien de Troyes. Es el origen del relato, que va transformándose del verso a la prosa». En Erec y Enide no se busca el Santo Grial, no hay hechizos de Morgana, pero sí hay cabida para salteadores de caminos, enanos y reyezuelos, personajillos habituales en el genéro artúrico.En Erec y Enide de Montalbán, los villanos de turno aparecerán en la selva centroamericana bajo la forma de paramilitares y caciques. Y es que los verdaderos Erec y Enide, de la historia que cuenta Montalbán, son Pedro, el hijastro del erudito premiado, y su pareja, Myriam, que recorren Guatemala como médicos sin fronteras. «Son los que recuperan la pareja en el día a día, como en la historia medieval», reconoce Montalbán. El viejo erudito, experto en Erec y Enide, no sólo no reconoce a su «progenie» como la actualización de aquellos héroes de leyenda, sino que cree que su hijastro ha echado a perder su carrera de médico al ir a cuidar a los enfermos del Tercer Mundo. Julio Matasanz ha empezado a tomar Viagra y antes de recibir el premio en Galicia se reencuentra con «su amante de siempre», otra experta en lo artúrico. Mientras, su mujer está en Barcelona con los preparativos para juntar a la familia en Navidad. «Julio Matasanz es el pensamiento del canon dominante hoy. Es un egocéntrico, su filosofía es la misma de mucha gente con ambición de poder», retrata Vázquez Montalbán a su personaje. «No ha cuidado nunca la pareja día a día». Otro mito, aunque éste es griego, es el de Jasón el argonauta, quien tras la aventura por apoderarse del vellocino de oro regresa a casa y no encuentra a nadie. Esta historia también aparece ¿quizá como premonición? en Erec y Enide. La de Manuel Vázquez Montalbán. 1) Entrevista de Rosa Mora 2) Reseña de Vespito.net 3) Reseña de Quim Aranda |