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Carvalho, 25 añosRaimonTiempo, 3 / 2 / 1997Tengo la impresión, y creo que es compartida por mucha gente, que en Manuel Vázquez Montalbán se dan una serie de circunstancias que raras veces coinciden: es un gran escritor, un gran periodista y un gran poeta. La suya es una literatura de ideas, muy viva, con una capacidad inmensa para darle la vuelta a los tópicos, a las frases hechas. Tiene siempre la lengua como materia. Posee una generosidad y fecundidad de escritor realmente excepcionales, una conciencia crítica que le ha permitido evolucionar sin renunciar a aquello que es fundamental: su compromiso con las gentes, con las clases subalternas. Tiene, además, la mala leche necesaria en el escritor: a veces son bromas, venganzas literarias, maldades directas a gente que le ha hecho daño o lo han hecho colectivamente. Su escritura y su lenguaje van directamente a las cosas y su prosa es clara e incisiva. Personalmente, me interesa más su poesía, quizá porque soy más receptivo a ella. Memoria y deseo recoge distintos libros de poemas publicados desde el año 1963 hasta el 83 y es un libro poco conocido, como su poesía en general, pero en el momento de hacer historia de la poesía en español tendrán que hablar de la ruptura que supuso Montalbán en aquellos años. Ha escrito obras de teatro, canciones, seriales para la radio, aparte de sus artículos, y todo ello como la cosa más natural del mundo. Sus novelas se han llevado al cine y a la televisión. Ahora, su detective Carvalho cumple 25 años. Creo que el personaje se parece a Manolo sólo en lo superficial y quizá también en una actitud de base: indagar y saber el porqué de las cosas; en el fondo, el detective intenta relacionar los hechos, la metáfora puede ser el crimen, pero la operación es mucho más vasta, es un modo de integración de la cultura popular. ¡Felicidades Carvalho! |