Creado el 'El pianista', la novela: | 'El pianista', la película:Estreno en París de la versión cinematográfica de 'El pianista' OCTAVI MARTÍ, París, EL PAÍS, 10 / 6 / 1998.
El filme es una muy fiel adaptación de la novela. «Me parece que el libro está ahí, muy reconocible, pero la película existe por sí misma, es una obra muy digna», explicaba Vázquez Montalbán una vez acabada la proyección y descubierto el filme. El padre de Carvalho recordó la larga amistad que le unía a Mario Gas —«a principios de los setenta me pidió que le escribiera un musical y de ahí salió Guillermotta en el país de las Guillerminas, que entonces no pudo montarse por razones de censura política, y unos años más tarde, tampoco pudo subir al escenario, pero ahora, a causa de la censura económica»— y su admiración por el trabajo de Gas como director teatral. «Cuando preparaban la adaptación de El pianista sólo le dije que estaba en desacuerdo con el final que proponía, con la idea de matar al malo de la historia. Mario defendía que Luis Doria era tan hijoputa que había que tirarle un tiro». Sin imponerlo, el escritor se salió con la suya y el personaje de Doria no vive otro ajuste de cuentas que el tener que enfrentarse con su pasado. Grandes actores francesesLos protagonistas maduros, los Doria y Rossell en 1986, son encarnados por dos grandes actores franceses, Laurent Terzieff, monstruo sagrado del teatro, sólo en excepcionales ocasiones —Rossellini, Pasolini— monstruo de la pantalla, y Serge Reggiani, cantante formidable y actor —enamoraba a Simone Signoret en la inolvidable Casque d'or o cazaba como nadie en Il Gatopardo— no menos formidable. De joven, es decir, en 1936 o en la inmediata posguerra, Reggiani se transforma en Pere Ponce, mientras que Doria deambula por París con la cara de Jordi Molla, espléndidos ambos en su caracterización. Los dos se disputan el amor de Teresa (Paulina Gálvez), una impresionante presencia morena adaptada a las exigencias vanguardistas de Doria y sensible a la ternura de Rossell. La música de Le pianiste o El pianista es de Carles Santos, que ironiza consigo mismo al proponer un happening en el que los pianos comparten destino con las guitarras de los Who. |
Mario Gas busca el éxito de la derrota en su primera película
ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS, Madrid, EL PAÍS, 12 / 3 / 1999.Basada en la novela homónima de Manuel Vázquez Montalbán, El pianista es, según su director, Mario Gas, una película que desde la amistad de dos músicos reflexiona sobre cómo a veces en el éxito está encerrada la peor de las derrotas. Gas, director y autor teatral, asegura que para enfrentarse a su primer rodaje ha procurado olvidar su formación teatral. "He pasado mucho miedo, pero prefiero el miedo al peligro del exceso de confianza".
"Con Vázquez Montalbán", continuó el director, "me une una vieja amistad que empezó a principios de los años setenta, cuando escribió para mí el musical Guillermotta en el país de Guillerminas, que entonces no pudo montarse por razones de censura política y m ás tarde tampoco, por motivos económicos".
El pianista que se estrena el próximo 18 de marzo en toda España y que participó en el último Festival de Sitges, narra la historia de Luis Doria y Albert Rossell, dos amigos de la infancia (interpretados por los actores catalanes Pere Ponce y Jordi Mollá) que se reencuentran en el París de los años treinta. Allí comparten su pasión por la música y por una mujer (Paulina Gálvez) y allí les sorprende la guerra civil. Los dos jóvenes músicos se separan cuando uno decide quedarse en la capital francesa para "luchar por la causa de la música", mientras el otro se vuelve a España para "luchar por la causa republicana".
Ambos se encuentran años después en un tugurio de Barcelona. Uno toca allí el piano y el otro, elegante y famoso, se pasea rodeado de admiradores. Gas reflexiona sobre la derrota a partir de los dos personajes: "Dos músicos que toman opciones diferentes y que acaban recogiendo los frutos de esas decisiones. Uno acaba en un tugurio y otro triunfa en todo el mundo. Bueno, quizá hay derrotas que merecen más la pena que ciertas victorias".
Actores
Gas, que optó por narrar los acontecimientos de la película de espaldas a su orden cronológico, ha contado con actores españoles y franceses para su primer trabajo detrás de una cámara. Rodada en catalán y doblada por los propios actores al castellano, El pianista cuenta con "dos grandes de la escena francesa", según explica su director. Laurent Terzieff, un actor de teatro que sólo ha trabajado en el cine ocasionalmente, con cineastas como Rossellini y Pasolini, y el cantante y actor Serge Reggiani (que Gas definió ayer como uno de "sus favoritos").
Mario Gas definió ayer su primera experiencia como director de cine como "dura y enriquecedora". "Igual que existen muchas cosas de mí mismo que no me gustan, también hay muchas cosas de la película que tampoco me gustan. A veces la miro y me gusta mucho, y otras, en cambio, no me gusta nada, nada". 'El pianista', la novela: 1) Reseña de Julia Moreno Arce 2) Reseña de E. Crespo 3) El pianista y la posmodernidad |