Creado el
01/06/2018.

Manuel Vázquez Montalbán

Cuba vive

Prólogo al libro La isla contada. El cuento contemporáneo en Cuba. Francisco López Sacha (compilador).

Tercera Prensa-Hirugarren Prentsa, Donostia 1996

Después de leer el estudio de López Sacha introductor de esta compilación del cuento contemporáneo cubano, descubro que mi papel no puede ser otro que el de escritor español solidario y gozador de los logros de una Literatura que se ha visto obligada a ser algo más que una Literatura. La especial significación de la Revolución Cubana ha condicionado con toda clase de pretextualidades el trabajo de los escritores de Cuba. Hubo una época que escribir desde Cuba asumiendo la Revolución o fuera de Cuba a la contra, marcaba un valor añadido o su contrario a la hora de establecer una lectura apriorística. Después los buenos escritores eran los que se exilaban y los malos los que se quedaban. Ahora tal vez hayamos descubierto entre todos que no es posible simplificar tan burdamente y que la buena o mala escritura depende de una lógica interna de lo literario que más tarde o más temprano se separa de lo histórico. No quiere decir eso que la Literatura no intervenga sobre la Historia y viceversa, pero el valor de lo literario, la impresión de verdad literaria que trasmite un texto, no depende de que comulguemos con las verdades de otra índole, políticas o científicas o morales o psicológicas que trate de trasmitirnos la propuesta cómplice de escritura y lectura.

López Sacha hace un inventario de la modernidad literaria cubana desde el boom latinoamericano que tuvo extraordinarios apellidos cubanos: Lezama Lima, Carpentier, Cabrera Infante o Miguel Barnet como su más joven estribación, por riguroso orden bioliterario. No se puso aquel sol sino que una nueva remesa de escritores entre los que figuraban Jesús Díaz, Reinaldo Arenas, Norberto Fuentes, Heras León marcó el eslabón con la hornada hoy presentada que tiene como cabeza de fila a Sene1 Paz, por el no mínimo hecho de haber sido el más divulgado internacionalmente y por haber dado el tono de una literatura comprometida con la esperanza de la síntesis entre cambio y continuidad. Fue el cuento de Paz, El lobo, el bosque y el hombre nuevo, premio internacional Juan Rulfo 1990, el que abrió camino a una renacida curiosidad internacional por la más nueva literatura cubana, curiosidad a la que espera contribuir esta antología.

Conocía la obra de Senel Paz, Jesús Díaz, Abel Prieto y Leonardo Padura y a partir de ahora me propongo buscar la de los otros escritores aquí censados. Tras la lectura se descubre que la nueva literatura cubana consuma el encuentro dialéctico entre tradición y revolución, con el añadido de la pluralidad patrimonial que caracteriza el postmodernismo. Suelo rechazar el postmodernismo que implica ahistoricismo, pero es irrechazable que consumido el sueño de la vanguardia por la vanguardia, las artes y las letras dependen de asumir todos los patrimonios posibles y de tratar de modificarlos mediante la violación de los códigos patrimoniales. La difícil situación por la que pasa la industria cultural cubana, plasmada en los problemas de edición de sus propios escritores, se agrava por el bloqueo cultural implícito que se le impone desde los mercados extranjeros. El cupo de cubaneidad asumida parece haber terminado con la promoción de Jesús Díaz y con la sorpresa ante Senel Paz extremada por el éxito de la película Fresas y Chocolate basada en su relato más emblemático, pero en los últimos diez o quince años la cuarentena política que rodea a Cuba se ha convertido también en una cuarentena cultural muy difícil de romper. Incluso una sociedad literaria como la española, tan interesada en el inmediato pasado por cuanto se escribía en Cuba, no dedica serios esfuerzos a enterarse de que Cuba sigue literariamente viva mediante los escritores que trabajan en la isla y los que lo hacen a cualquier distancia geográfica o ideológica. Dada la debilidad de la edición cubana sería necesario que editoriales españolas abrieran sus catálogos a estos excelentes escritores cubanos reunidos con voluntad de sol naciente.