M.V.M.

Creado el
30/5/1998.


Juventus 0 España 1

MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN

El País, 21 / 5 / 1998


Nada más acabar el partido se rompen los cielos barceloneses por los cohetes que lanzan los seguidores del Real Madrid. La minoría étnica madridista reafirma así su presencia en Cataluña tras una semana de soportar las encuestas de diversos medios de información en las que la mayoría de los interrogados preferían la victoria de la Juventus. La pregunta planteada era una facilona provocación de la obviedad: ¿prefiere Vd. que gane la Juve o el Real Madrid? Ignoro qué beneficios de audiencia haya podido producir, o qué morbosos posos de desquite histórico ha removido, pero sin duda ha ayudado a ahondar tontamente el foso más tonto que separa a Barcelona de Madrid. Frente a la campaña de desafección catalana hacia el representante del Estado español en la final de la Liga de Campeones, los medios de comunicación centrípetos desencadenaron una algarabía compensatoria de rearme de nacionalismo español, en la que el Real Madrid volvía a ser una pieza clave. El partido se había convertido en una condición sine qua non para que España siguiera yendo bien y varias veces se ha dicho que la única oportunidad de que la bandera española apareciera en los estadios europeos durante la próxima Liga de Campeones era que el Madrid la jugara, porque a nadie se le ocurra que los seguidores del Bilbao o del Barça la pasearan como un emblema propio.
    A pesar de que en el Madrid juegan tantos o tan pocos jugadores españoles como en cualquier otro equipo, sobre sus once pares de botas caía la responsabilidad de rearmar la conciencia nacionalfutbolística y en los días venideros se reconstruirá el imaginario de equipo insignia de la épica deportiva nacional. Los jugadores han conseguido compensar con creces las poquedades de la campaña liguera, demostrando que son excelentes individualmente, algunos de ellos decisivos, y que esa característica ha marcado la diferencia con la Juve, un sistema de juego frustrado por fracasos en la boca de gol. Esperemos que los merecidos vencedores no se pongan demasiado epopéyicos, porque un poco más de patriotería nacionalfutbolística podría activar la hepatitis vírica e igualmente esperemos que los urdidores de encuestas pueriles que tratan de ser algo más que una encuesta futbolística hayan sacado la inteligente conclusión de la próxima vez preguntar: ¿prefieren Vds. las pelotas redondas o cuadradas?