M.V.M.

Creado el
18/2/2002.



Prólogo a

1975: el año del ¡ay, ay, ay!

de Manolo V "El Empecinado" y Jaime Perich, editado por Sedmay, Madrid, 1976


    AÑO terrible en el que se mató mucho y se murió mucho. Año esperanzador que deja paso a toda clase de posibilidades o de imposibilidades. Lo indudable es que 1975 no ha sido un año más, sino un año importante, tanto en el plano nacional como en el internacional. Sobre todos los acontecimientos, dos dominan por su trascendencia: en el plano nacional, la muerte de Franco; en el internacional, el definitivo hundimiento de la estrategia norteamericana en el sudeste asiático. El mundo entero se ha pasado el año con el ay en la boca. Es el año del ay, ay, ay, porque han cambiado las geografías y las historias.
NOSOTROS hemos tratado de condensar un año trascendental a través de palabras e imágenes, e incluso, si el lector acerca la oreja a estas páginas, percibirá una suave música de fondo: tienen sonido. En ocasiones comprobará que cuando no hemos podido hablar con claridad sobre determinados hechos, hemos salido por la tangente hablando del chorizo o de la caída de la de en posición intervocálica. ¡Qué tiempos éstos en los que el chorizo puede convertirse en una cucaña resbaladiza que va de la nada a la más absoluta pobreza!
POR lo demás, sin novedad, señora baronesa. Estamos dispuestos a que 1976 nos defraude, porque ya estamos hechos a fracasos de expectativas. Si sale bien, bueno. Si sale mal, malo; pero a nosotros no nos sorprende ya nada. Creemos firmemente que hemos venido a este mundo, y sobre todo a este país, a sufrir. Creemos que ni la vida ni la historia es como la esperábamos. Y hemos tratado de inculcar estos principios para que nadie se llamara a engaño. El que avisa no es traidor. Luego que no nos vengan a quejarse con el consabido Mamá, pupa. Estamos en unas condiciones nacionales e internacionales en las que tan posible es que nos den peladillas a manta como que nos llenen la cara de leches. No hay que desanimarse. Para dos días que vamos a vivir, lo mejor es ya seguir siendo los de siempre y ponerle al mal tiempo buen trasero.