M.V.M.
 


Mensajes

Página número 79


A los diez mensajes posteriores
Nombre: Maria Emília Gomes
E-Mail: maremargomes_EN_hotmail_PUNTO_com
Ciudad: Lisboa
País: Portugal
Fecha: 22 octubre 2003
  
Mensaje: Deixou-me muito triste a notícia da morte do querido Manuel Vasquez Montalban, escritor admirável e corajoso.
Recordá-lo-emos sempre e os seus livros dar-lhe-ão vida eterna. Os GRANDES não morrem.
Obrigada pela tua vida e pela obra que nos deixaste, Manuel Vasquez Montalban. Estarás sempre nos nossos corações.
À família de Manuel Vasquez Montalban envio, sentidamente, as minhas condolências.




Nombre: Emilio
E-Mail: asturycris_EN_fibertel_PUNTO_com_PUNTO_ar
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina.
Fecha: 22 octubre 2003
  
Mensaje: Gordo,lamento estar escribiendo ahora y no haberme animado antes.
Pero quiero presentarle mis respetos a tu familia y a todos los que te admiraron y quisieron.
El estilo de escritura y tus ideas son razones más que suficientes para que te admire,
si a esto le sumamos que coincidimos en gustos "aparentemente" tan disímiles como la cocina, el deporte y Adriana Varela, entonces llego a la conclusión que no se ha muerto mi escritor favorito, sino un amigo del alma.
Intentaré seguir deconstruyendo la esperanza pero te voy a extrañar mucho.
Un abrazo a la distancia,
Emilio.

Nombre: Orlando Joia
E-Mail: ojoia_EN_uol_PUNTO_com_PUNTO_br
Ciudad: São Paulo
País: Brasil
Fecha: 22 octubre 2003
  
Mensaje: Ler o seu primeiro livro foi uma descoberta.
O protagonista Carvalho, sem se levar a sério, vai expondo uma Espanha toda cheia de hematomas, feridas abertas, contas a acertar com o passado e o presente.

Seja lá para onde vão os antigos comunistas (deve ter um céu para eles), espero que Manuel Vázquez Montalbán ocupe um lugar de honra.

Pêsames.

Orlando Joia

Nombre: Phil
E-Mail: philippe_liria_EN_hotmail_PUNTO_com
Ciudad: Gwened
País: Bretaña
Fecha: 22 octubre 2003
  
Mensaje: Acabo de borrar una parrafada inútil pues no tengo palabras para expresar mi profunda tristeza. Creo que mis ojos se abrieron al leerte, en tus libros, ensayos o artículos. Me siento huérfano. Nunca me había pasado. Confío que hayas emprendido el vuelo con unos de esos pájaros de Bangkok y que pronto estés por aquí otra vez para recordarnos que siempre tenemos que estar atentos. Me gustaría tanto que la noticia fuera una mentira inventada por la CIA o el CESID pero que en realidad te tienen preso en algún lugar secreto como medida "preventiva" ante un posible libro. Es eso, ¿verdad? No te preocupes que mandaremos a Carvalho para que te libre. Y que sepan que sigues entre nosotros y que gracias a ti sabremos recelar de los poderosos.

Nombre: Ramón Soliva Domínguez
E-Mail: rsoliva_EN_infomed_PUNTO_sld_PUNTO_cu
Ciudad: La Habana
País: Cuba
Fecha: 22 octubre 2003
  
Mensaje: Es difícil escribir el obituario sobre alguien grande sin sentirse algo patético. Si además, el desaparecido es un escritor importante, el simple hecho de intentar escribir algo sobre él lo hace a uno sentirse aun más pequeño. Por si fuera poco, en este caso, no puede decirse que sea el mundo de las letras el único afectado por la muerte: el pensamiento del compromiso ha perdido hoy, con la sorpresiva desaparición de Manuel Vázquez Montalbán, a uno de sus más lúcidos representantes y, aunque sólo sea por eso, todos podemos sentirnos, con razón, un poco más solos, un poco más indefensos.
Irónicamente, no ha muerto este polifacético escriba, socialdemócrata radical, como alguna vez se autodefiniera, en su Barcelona natal, cerca del Barrio Chino donde no sólo aprendió a caminar y hablar, sino también a comprender dónde acababa la inocencia, a la vista del Mediterráneo, sino nada más y nada menos que en Bangkok, en los mares del sur, otro de los lugares del planeta que recreó con delectación en más de un lugar, lo cual muestra que, aunque catalán, ese irredento sibarita que ironizaba sobre la revascularización de su miocardio con la misma mala leche con que zurraba las (tantas) poco inteligentes acciones del gobierno de turno o sobre lo erotizante de determinadas comidas, era, más que nada, un hombre universal y de su tiempo. Aunque reconociera, con orgullosa modestia, que lo interesante de los escritores no era su vida sino, en todo caso, el tiempo diría, la obra que dejaban.
Sin duda, se habría alegrado de saber que el neoliberalismo al que tanto asaetó con su complejo y oportuno verbo, ha perdido hoy mismo, ahora en Bolivia, otra partida en esta América que parece renacer de sus cenizas y se resiste, en las voces de millones de desposeídos, a dejarse arrebatar la dignidad por los nuevos bárbaros del norte. Y me atrevería a jurar que, en el corazón de la Selva Lacandona, el pasamontañas del subcomandante Marcos también se ha humedecido hoy con alguna lágrima por la partida de un amigo.
Yo, al menos, que me he quedado con las inmensas ganas de haberlo conocido en persona, he pasado el día intentando buscar en el éter, donde me ha llevado la consternación por esa muerte joven, sus últimos pensamientos, que deben estar revoloteando aun por ahí cerca, entre los vapores de un blanc de blancs y los aromas de unas viandas bien preparadas. Desde este otro mar, el Caribe, desde esta otra ciudad que también supo querer y entender, llegue a quien lo sienta el dolor, en el primer día otoñal de la temporada, con el mar encrespado lanzándose contra el Malecón, por el fallecimiento de Pepe Carvalho, de Sixto Cámara, de Manolo.
    Habana, desde la tristeza
    18-octubre, 2003


Nombre: Ricardo Manuel Aldea Bondia
E-Mail: rmaldeab_EN_menta_PUNTO_net
Ciudad: Barcelona
País: España
Fecha: 22 octubre 2003
  
Mensaje: Venimos mi esposa y yo del homenaje que se ha tributado a Manolo en el paraninfo de la Universidad de Barcelona.
Hemos hecho el viaje de regreso a casa en el autobús casi en silencio. Yo creo que nuestras mentes repasaban las imágenes de unos momentos que nosotros hemos vivido con sincera emoción.
Mucha gente ha acudido a despedirlo como nosotros. Estoy convencido de que todo ha sido como a él le gustaba que fueran las cosas, sencillo y, por ello mismo, hermoso.
Los discursos han sido lúcidos. Al escucharlos en medio del silencio respetuoso del auditorio, me ha ocurrido lo mismo que tanta veces me ocurrió leyendo sus libros o sus columnas en El País. José Saramago y Rosa Regás han dicho de él cosas como las que yo he pensado o sentido, tal como a mí me habría gustado poder decirlas.
Saramago ha destacado la herencia que nos deja a los que le sobrevivimos, su obra y, sobre todo -ha dicho-, su ejemplo. Esa es nuestra suerte sobre las generaciones posteriores, que sólo podrán conocer su obra. Nosotros tenemos, además, su ejemplo.
Rosa Regás ha dicho que, a través de los testimonios que hemos podido oir o leer a raíz de su muerte, hemos tenido ocasión de hacernos una idea más ajustada de la verdadera dimensión humana de una persona que, reuniendo todos los atributos que están reservados a los elegidos, siempre fué sencillo y generoso. Erigiéndose en portavoz del sentir de la mayoría, Rosa Regás también ha lamentado cuánto vamos a sentir su ausencia: "¿Qué va a ser de nosotros sin Manolo?".
Raimón ha hablado muy afectado, lamentando en voz alta la pérdida del amigo.
Volviendo a casa en el autobús, hemos empezado a darnos cuenta de que ya no le tendremos más entre nosotros.
Va a ser muy duro aceptar eso de una persona a la que no conocíamos personalmente pero que admirábamos de verdad.
Tiene razón Rosa Regás. Los detalles que hemos ido conociendo estos días después de su muerte lo han convertido también a nuestros ojos en alguien de una extrordinaria calidad humana.
Un mito. Algo que a él nunca la habría gustado.
Como ha digo Saramago, intentaremos humildemente seguir su ejemplo
Hasta siempre Manolo. Nunca olvidaremos todos los ratos que hemos pasado "juntos".

Elena y Ricardo.

Nombre: MARC DOLL I PETIT
E-Mail:
Ciudad: GIRONA
País: ESPERANÇA
Fecha: 21 octubre 2003
  
Mensaje: S'ens pixen a sobre i ens dieuen que plou: vergonyos el tractament donat per Tv3 (entre d'altres) a la noticia de la teva perdua i les sinceres mostres de estima i admiracio de tothom. Ens tenen por Manolo!!!!! Tant de bo poguem dedicar-te unes quantes victories i no nomes futbolistiques... Trobarem a faltar molt la teva critica a tanta mediocritat que ens envolta. Chapeau !    MARC.

Nombre: gonzalo alvarez del villar
E-Mail: gonzaloalvarezdelvillar_EN_hotmail_PUNTO_com
Ciudad: defe
País: mexico
Fecha: 21 octubre 2003
  
Mensaje: Este es un pequeño homenaje al maestro Vázquez Montalbán, sin ningún afán que otro que recordarlo.

Después de haber lanzado a su chimenea el último libro leído, Susana te llama, un thriller de un escritor mexicano, Pepe Carvalho, hizo a un lado el plato con sobras de un fetucchini que Biuscuter había preparado a la carrera, antes de ir a entregarle un mensaje a Maruja, cuando el teléfono repiqueteó varias veces.

--Diga, aquí Carvalho.

--Jefe, jefe, que se ha muerto –decía desde el otro lado de la línea la voz sofocada de Biscuter.

–¡Quién coño, se ha muerto!, Biscuter, tranquilo.

–Don Manolo, Manolo Vázquez Montalbán. Lo han encontrado muerto en el aeropuerto de Bangkok. Venía de regreso de Australia.

–...

–Jefe, jefe, ¿está ahí?

Carvalho había leído el viernes anterior una artículo de Vázquez Montalbán en El País. No estuvo de acuerdo con ciertos comentarios, mismos que pensaba discutir con él la próxima vez que se vieran. Sintió un verdadero nudo en la garganta. No salía voz alguna. Un sudor frío le recorrió las sienes. La mano apretaba el auricular. Sintió un escozor en los ojos. Un dolor, punzante, en la boca del estómago. La boca, seca.

–jefe, jefe...

Semanas atrás, en su casa, había tenido una larga charla con Vázquez Montalbán acerca de su militancia de izquierdas, de sus años de cárcel en época de la dictadura de Franco. Habían reído mucho y el escritor le había confiado de su viaje a Australia y que haría una escala en Bangkok, “para arreglar un asuntillo pendiente con unos pájaros” de ese país, e inclusive le había mostrado unos documentos que le haría llegar a Park Ji Kuk, secretario de información política, una especie de KGB o CIA de ese país.

El detective sacudió la cabeza, un sabor ácido le subió por la garganta. Preguntó:

–¿Cómo fue?

–Parece ser que un ataque al corazón.

–¿En el aeropuerto?

–Sí, estaba de tránsito de Australia para venir de regreso a España.

Una luz resplandeció ante los ojos de Carvalho:

–¿De tránsito? ¿Es decir que no estuvo en Bangkok?

–No, seguro. Bajó del avión que venía de Australia y en la sala de espera lo sorprendió la muerte.

–¿Y sus cosas personales?

–Sólo su abrigo y unas revistas.

–¿Y su portafolios, del que nunca se separaba?

–Nada, jefe, nada de eso.

–Te veo en un rato, Biscuter.

Carvalho colgó. Todavía aturdido se dejó caer en su sillón favorito. Repasó mentalmente la charla con el escritor. Algo no encajaba. Sabía que tenia cita con Park Ji Kuk. ¿Porqué no lo vio? ¿Y los documentos?

Con la agilidad que su obesidad le permitió volvió al teléfono. Marcó de memoria un número. Sonaron tres timbrazos.

–Agencia de viajes Martínez.

–Rosalía, habla Pepe Carvalho. Quisiera un boleto de ida y vuelta a Tailandia, para mañana... El regreso abierto.


Nombre: daniel
E-Mail: daniel_EN_yhaoo_PUNTO_es
Ciudad: barcelona
País: españa
Fecha: 21 octubre 2003
  
Mensaje:
Descanse en paz en el Olimpo de la Literatura este gran autor y creador de personajes.
    MANUEL VAZQUEZ MONTALBAN
Polifacetico, como pocos, se merecio el Cervantes,
el Nadal y hasta el Nobel.
un aprendiz de escribidor Daniel www.quecuentas.com

Nombre: Romualdo
E-Mail:
Ciudad: Guadalajara
País: España
Fecha: 21 octubre 2003
  
Mensaje: Hace una semana descubrí esta página y me encantó encontrar un modo de comunicación con una persona que admiraba. Antes de poder escribir algo sobre el respeto que me han despertado siempre sus escritos de la índole que fuesen, ocurre su desaparición.
Siento mucho esta pérdida, que no es completa porque afortunadamente escribió mucho y aún no he leido todo, le seguiré disfrutando.
Hace un año le escuché en directo por estas fechas en un homenaje a Luis Carandell en Guadalajara y confirmó su talla intelectual y moral en un acto distendido donde también cupo su compromiso social en alguna de las opiniones expresadas.
Acompaño en el dolor a su familia, a sus amigos y a sus admiradores.

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