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Toda palabra ya está escrita en el aguaMANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁNPrólogo a Delenda de Hado Lyria, Visor, 1999. |
Elaboración de la portada. |
    Hace cuarenta años leí los primeros poemas de Myriam Sumbulovich, judía barcelonesa recién llegada entonces de estudiar en Estados Unidos y a punto de marcharse a Milán donde ha residido casi sin interrupciones hasta ahora. A lo largo de estos años de vez en cuando Myriam Sumbulovich me ha enviado carta cultural de Italia y sus racimos de poemas, siempre escritos en castellano y una y otra vez he tratado de convencerla de que los publicara, única forma de hacer crecer la propia poética. Por fin parece que he conseguido vencer la pereza publicista de una gran trabajadora literaria. En Italia, Myriam Sumbulovich es más conocida como Hado Lyria, pintora postmoderna antes de que el postmodernismo tuviera un anillo con una fecha por dentro, traductora al italiano de Borges, Juan Marsé... y casi toda mi obra. Myriam ejerce además como consultante sobre literatura española y catalana de importantes editoriales y ha sido pieza importantísima para el conocimiento italiano de la literatura española contemporánea, mediante una durísima lucha para convencer a los italianos de que la literatura española no terminó el día en que el franquismo fusiló a García Lorca. La Sumbulovich ha dado la batalla por las jóvenes literaturas de España, basándose en una puesta al día casi enfermiza que le ha permitido ser una embajadora cultural in pectore y más eficaz que todas las embajadas culturales oficiales u oficiosas juntas.
    Si la he connotado al inicio como judía barcelonesa es porque no son connotaciones gratuitas. Sumbulovich lleva el ecumenismo cultural judío encima desde la infancia y reconoce los cuatro o los seis horizontes de Barcelona como su patria en una conexión zoológica que puede llegar a ser cultural. Conectada con el esplendor cultural milanés desde fines de los cincuenta hasta la actualidad, Myriam Sumbulovich ha sido una vigía bifronte de la cultura española saliente de la pesadilla franquista y la cultura europea democrática normalizada y vanguardia misma en la Italia que va desde 1945 hasta el asesinato de Moro, que fue algo más que un crimen político, fue la hora de la verdad sobre una falsificación que sólo habían podido detectar espíritus fronterizos y a la vez implicados como el de Sciascia, buen amigo de la Sumbulovich. Toda esta información no sólo explica la persona Myriam Sumbulovich y su personaje escritora o pintora Hado Lyria, sino el estilo de su pintura, de su escritura, de su vida, mestiza de tantas sangres y culturas y sin embargo tan enraizada en la lógica interna de las culturas de España.
    Recuerdo el primer poema de Myriam Sumbulovich que me impresionó Owosso, lluvia y barro reflexión melancólica adolescente ante la relación paisaje interno, paisaje externo del destierro de una muchacha en Estados Unidos, año 1956. Ahora, al leer su poemario percibo la permanencia de la pauta de escritura de entonces: posición moral subjetiva del poeta-personaje, según el código que entre nosotros acuñara Jaime Gil de Biedma, correlato objetivo de lo circunstancial y la tentación no siempre autocontenida de la ruptura surrealista bañada por la melancolía metafísica. Aunque por edad y por haber sido puente cultural entre la poesía de la experiencia de la Escuela de Barcelona y el grupo 63 italiano de Sanguineti y compañía, la poesía de la Sumbulovich, que sigue insistiendo en llamarse Hado Lyria, podría ubicarse como una estribación de la poesía de la experiencia, su canon asume las diferentes tradiciones de la poesía anglosajona conocida en directo ya desde sus años de formación literaria, poesía desde la que John Donne reina sobre su corazón y su cerebro
... pues soy todas las cosas muertas...
... sena quintaesencia de la misma nada...
...y soy reengendrado
de ausencia, tiniebla, muerte: cosas que no son
    El encuentro de Donne con Hado Lyria se produce porque tanto para el poeta inglés como para la mestiza judía - barcelonesa - milanesa, el pensamiento es vida y no mero concepto lógico al margen de la existencia como flujo, extractos todos de la misma nada original. Escribe Hado Lyria
Avanzan pues los días espectrales
aleccionadas luces que depara
el incitando albedrío, palabra
que fueron juego de borrosa adolescencia
    Espléndido fulgor el de la imaginería de la poeta, a veces tan llamativo que se impone sobre la estructura del poema, inquietante el hermetismo resultante de todos los hermetismos de una heredera espiritual de Donne y de la diáspora, musicalidad ensimismada según la respiración de cada poema.
    Experiencia culta, que no culterana, amor y desamor, estupor y desconsuelo resignado.
Las derrotas aguardan sin virulencia mayor los cultos nuevos
    ... la poesía de Hado Lyria necesita ubicarse, y necesitamos que se ubique, en el puzzle de la poesía española posterior a la gran, coherente, lógica innovadora que reúne tanto a Blas de Otero como Jaime Gil de Biedma antes de que llegara la asfixiante dictadura del artdéco postnovísimo. Hija de tantos patrimonios que exceden los más activos en la necesaria babelia poética fin de milenio, tal vez por ello Hado Lyria nos llega ajena a dogmas y sectas, desde la seguridad de que la poesía es hija de todos sus patrimonios y a la vez se sabe condenada a morir en el agua porque al fin y al cabo, constata Hado Lyria
Toda palabra ya está escrita en el agua.