Creado el Más sobre Camilleri: | ENRIC JULIANA, Roma, LA VANGUARDIA, 31 / 7 / 1998.Andrea Camilleri, de 73 años, y el creador de Carvalho copan las listas de ventas en Italia.
    Montalbano contra Montalbán, por tanto. La última clasificación de libros más vendidos del diario "La Repubblica" no admite dudas: "El premio" ya está en cabeza del pelotón de la narrativa extranjera, mientras que Andrea Camilleri ocupa los cinco primeros puestos, --han leído bien, los cinco primeros puestos-- de la narrativa italiana, con "Un mes con Montalbano", "La concesión del teléfono" (novela histórica), "La voz del violín", "El cervecero de Preston" y "El perro de terracota".     La clasificación del "Corriere della Sera" presenta algunas matizaciones, pero confirma que el gran duelo del verano en las playas italianas será entre el comisario siciliano y el gallego que fue agente secreto.     ¿Pero quién es Andrea Camilleri? El escritor que todos los editores italianos quisieran tener en nómina es un pacífico abuelo de 73 años, hijo de la Sicilia profunda (Porto Empedocle, 1925), pero romano de adopción. Maestro de arte dramático, escenógrafo y director teatral, alcanzó cierto relieve por su labor como realizador de dramáticos en la RAI. Aún se da con un canto en los dientes cuando recuerda que su adaptación de la obra "Final de partida", de Samuel Beckett, fue seguida por 400.000 telespectadores.     Camilleri, cuya gran pasión es la novela histórica, escribe desde hace años para una modesta editorial (Sellerio) poco dada a las grandes promociones comerciales. Hace poco más de un año, sus novelas no pasaban de los cinco mil ejemplares. Hasta que empezó a sonar el tam-tam.     Fue un movimiento sordo, de esos éxitos que se van fraguando en silencio, gracias al breve comentario entre amigos y conocidos. Como un reloj de arena. Cien, doscientos lectores más cada semana, hasta que el "te recomiendo a Camilleri" hizo temblar las listas de ventas, desafiando abiertamente el gran éxito que el año pasado obtuvo Susana Tamaro con "Ve donde el corazón te lleve".     Si la introspectiva Tamaro es la reivindicación de la espiritualidad en tiempos de turbación, Camilleri aporta el entretenimiento de calidad. "Es un buen artesano de la escritura", dicen loscríticos. La serie del comisario Montalbano la comenzó hace apenas tres años, sin abandonar Vigata, un pueblo inventado, un lugar ficticio de la Sicilia profunda, donde transcurren la mayoría de sus novelas. En una reciente entrevista daba una clave interesante sobre su personaje: "He escogido el nombre de Montalbano porque es un apellido muy común en Sicilia y también como homenaje a Manuel Vázquez Montalbán, escritor que me gusta muchísimo"...     Y es que Salvo Montalbano y Pepe Carvalho guardan cierto parecido. Ambos aman la buena mesa y la literatura, aunque el comisario siciliano no quema los libros, sino que los lee con devoción. Y su éxito con las mujeres es muy, muy escaso. También Camilleri y Vázquez Montalbán tienen algo en común: una vieja afiliación comunista y una indisimulada perplejidad ante los tiempos presentes. La última travesura de Camilleri ha sido recordar los inicios de Silvio Berlusconi como cantante y amenizador de cruceros en un relato de verano para la prensa. Los publicistas de la derecha no se lo perdonan, pero la editorial Mondadori, propiedad de Berlusconi, tiene bien amarrados los derechos de su último libro, el más vendido. Militante del PCI desde 1944, el novelista considera flojos a sus actuales dirigentes y no ha tomado el carnet de los Demócratas de Izquierda, la moderna versión del viejo partido. El éxito ha sido tan fulgurante que sus libros apenas comienzan a traducirse. La lectura en italiano requiere un previo forcejeo con el dialecto siciliano, que el comisario Montalbano administra a su manera. Más sobre Camilleri: |